Cómo preparar tu empresa para la ley de inteligencia artificial europea

Establecido por la Unión Europea en 2024, este marco regulatorio afecta a cualquier organización que utilice sistemas basados en inteligencia artificial en sus procesos, clasificándolos en cuatro niveles: prohibidos, alto riesgo, riesgo limitado y riesgo mínimo. Las consecuencias de su incumplimiento van desde multas económicas hasta crisis reputacionales

La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un motor clave para la innovación empresarial, revolucionando la manera en la que operan compañías de todos los sectores. Sin embargo, con su crecimiento también han surgido importantes desafíos éticos y legales. La ley de inteligencia artificial europea o AI Act, marco regulatorio establecido por la Unión Europea, es la primera regulación global que busca supervisar y estandarizar el desarrollo y uso de la IA. Esta normativa no solo afecta a las empresas tecnológicas, sino a cualquier organización que utilice sistemas basados en IA en sus procesos. Adaptarse al AI Act es, por lo tanto, una necesidad urgente para cumplir con las normativas y, al mismo tiempo, mantener la confianza de los consumidores y socios comerciales.

El AI Act es una legislación pionera que introduce reglas específicas para garantizar que la IA se desarrolle de manera ética, transparente y responsable. Adoptado en 2024, clasifica los sistemas de IA en cuatro niveles de riesgo: prohibidos, alto riesgo, riesgo limitado y riesgo mínimo.

  • Los sistemas prohibidos incluyen aquellos que no cumplen con los valores europeos, como la ‘puntuación social’ utilizada en algunos países.
  • Los sistemas de alto riesgo abarcan áreas como la salud, la selección de personal o la vigilancia, donde las decisiones basadas en IA pueden tener un impacto significativo en los derechos fundamentales.
  • En el caso de aplicaciones con riesgo limitado, como los chatbots, el AI Act exige transparencia.
  • Las aplicaciones de riesgo mínimo, como los filtros de spam, están exentas de requisitos específicos.

Obligaciones esenciales

Para las empresas, el AI Act implica cumplir con diversas obligaciones clave. Es esencial:

  • Garantizar la transparencia en la comunicación con los usuarios, asegurando que estos sepan cuándo interactúan con un sistema de IA
  • Llevar a cabo evaluaciones rigurosas de los riesgos asociados a la implementación de IA, especialmente en áreas críticas como la contratación de personal o la clasificación financiera
  • Supervisar las decisiones tomadas por IA, permitiendo que se revisen y ajusten en caso de error
  • Mantener un registro detallado de los sistemas de IA, documentando cómo funcionan y cuáles son sus objetivos principales

¿Cómo preparar tu empresa para el AI Act?

  • Comienza con un análisis exhaustivo de los sistemas de IA que utiliza. Realizar una auditoría interna resulta fundamental para identificar el nivel de riesgo de cada sistema y evaluar cómo se ajusta a los nuevos requisitos legales.
  • Posteriormente, es imprescindible implementar un proceso de evaluación continua de riesgos, lo que incluye documentar actividades y decisiones relacionadas con la IA.
  • Las empresas también deben establecer medidas de gobernanza que aseguren la transparencia y el control efectivo sobre los algoritmos utilizados. Estas medidas son particularmente cruciales en áreas sensibles, como los sistemas de vigilancia facial, que deben equilibrar la seguridad con el respeto a la privacidad de los ciudadanos.

Sanciones y multas

No adaptarse a esta nueva regulación puede tener graves consecuencias para las empresas. Las sanciones previstas por el AI Act incluyen multas de hasta el 6% de la facturación anual para los casos más graves de incumplimiento. Pero el impacto va más allá del aspecto económico, ya que no cumplir con esta regulación también puede dañar gravemente la reputación de la marca, influyendo en la confianza de los consumidores, los inversores y otros públicos de interés. En un mercado donde la ética corporativa y la responsabilidad social son cada vez más importantes, el cumplimiento del AI Act no solo protege a las empresas frente a riesgos legales, sino que también refuerza su posición en el mercado.

Recomendaciones

Para garantizar una adaptación exitosa al AI Act, las empresas deben adoptar un enfoque integral:

  • Evaluar exhaustivamente del uso actual y potencial de la IA, documentando su impacto en las operaciones.
  • Establecer e implementar políticas internas claras para el desarrollo y el empleo de IA ética y responsable en el entorno de la empresa.
  • Formar al personal interno para asegurarse de que comprenden los requisitos del AI Act y pueden implementarlos de manera efectiva.
  • Colaborar con expertos externos puede proporcionar una perspectiva valiosa para ajustarse las nuevas normativas.

El AI Act representa un cambio importante en la manera en que las empresas manejan la inteligencia artificial, ofreciéndoles una oportunidad única para que lideren el camino hacia un uso más ético y transparente de esta tecnología. Prepararse para el AI Act no es solo una cuestión de cumplir con las normativas legales, sino también una inversión estratégica en la reputación y competitividad a largo plazo.