La eficacia de los agentes de IA aumenta con el trato humano
La implantación de las nuevas tecnologías aporta valor añadido y un salto diferencial en el trato al cliente.
La revolución tecnológica de la inteligencia artificial está transformando radicalmente el panorama educativo.
La proliferación de modelos avanzados de lenguaje no representa el final de la educación tradicional, sino una oportunidad para su obligatoria evolución. Estas tecnologías pueden liberar tiempo para profundizar en aspectos verdaderamente formativos, permitiendo que educadores y estudiantes se concentren en construir habilidades genuinamente humanas. El futuro educativo depende de reorientar los objetivos pedagógicos hacia competencias que trasciendan la mera acumulación de datos. La universidad del mañana deberá ser un espacio donde la tecnología amplíe, no reemplace, el potencial humano; donde el conocimiento se transforme en sabiduría mediante experiencias significativas y donde cada estudiante encuentre su propio camino hacia la excelencia, utilizando todas las herramientas disponibles –incluyendo la IA– como medios para su desarrollo integral, no como atajos hacia una titulación vacía de significado real.