La IA puede desencadenar una nueva era de desigualdad entre países pobres y ricos
Un manejo inadecuado de la inteligencia artificial amenaza con ampliar las brechas económicas, de capacidades y de gobernanza entre países.

La integración de IA en las estrategias ESG agiliza la recopilación y el análisis de datos, además de elevar la precisión y la trazabilidad.
La inteligencia artificial está transformando la aplicación de criterios ESG (Environmental, Social and Governance) en las empresas, pasando de ser iniciativas voluntarias a requisitos esenciales del mercado. La IA agiliza la recopilación y análisis de datos, mejora la precisión y la trazabilidad, y permite automatizar reportes y realizar análisis predictivos sin comprometer la rentabilidad. Esto fortalece la capacidad para cumplir estándares cada vez más exigentes y convierte la sostenibilidad en un motor de competitividad. Sin embargo, su implementación requiere estrategias claras, sistemas confiables y seguridad informática para garantizar transparencia y proteger información sensible, evitando riesgos reputacionales y regulatorios.