La IA puede desencadenar una nueva era de desigualdad entre países pobres y ricos
Un manejo inadecuado de la inteligencia artificial amenaza con ampliar las brechas económicas, de capacidades y de gobernanza entre países.

Este hallazgo plantea preguntas prácticas en torno al aprovechamiento de los modelos de IA más avanzados.
Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y desarrollado por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, sugiere que algunos modelos de razonamiento avanzados afrontan un «coste del pensamiento» sorprendentemente parecido al humano. ¿Qué significa eso? Que las tareas que obligan a una persona a detenerse, esforzarse y tardar más en responder son muy similares a las que llevan a estos modelos de IA a generar más pasos internos o tokens antes de concluir un problema y obtener una respuesta. En consecuencia, se enfrentan a dudas semejantes a las humanas. Según los autores, esa similitud no es consecuencia de un diseño destinado a imitar la cognición humana. Aunque los ingenieros buscan crear sistemas que resuelvan problemas con eficacia, muchas arquitecturas de razonamiento terminan por distribuir sus «recursos» de forma análoga al comportamiento humano, dedicando más pasos para lo difícil y menos para lo simple.