Durante siglos, el oro, la plata y otros metales preciosos han representado el refugio por excelencia en tiempos de incertidumbre.
La inteligencia artificial está revolucionando el mercado del oro, tradicionalmente considerado un refugio seguro. Algoritmos de alta frecuencia mejoran la liquidez y reducen costes, mientras herramientas basadas en IA permiten verificar la autenticidad de lingotes y monedas, combatiendo la falsificación. El oro físico mantiene su atractivo en un entorno digital, y los inversores combinan activos digitales con metales tangibles. Además, la IA personaliza estrategias de inversión, recomendando combinaciones óptimas de metales según objetivos y presupuesto. Esta transformación también está diversificando el perfil del inversor, atrayendo a mujeres y jóvenes, y redefiniendo la industria con mayor accesibilidad, eficiencia y transparencia.