Prevenir enfermedades con inteligencia artificial… ¿a qué precio?
La IA promete revolucionar la prevención de enfermedades con diagnósticos rápidos y precisos, pero plantea serios dilemas sobre privacidad, control de datos y equidad.
Para que la IA tenga un efecto transformador, debe aplicarse ampliamente en la agricultura, la gestión del agua, la industria, la planificación urbana y la conservación de la biodiversidad.
El potencial de la IA para resolver problemas ambientales es indiscutible y apenas hemos empezado a arañar la superficie. Incluso en áreas avanzadas, las capacidades de la IA apenas están empezando a desarrollarse. Para que la IA se convierta en una fuerza transformadora, será necesario en algún momento un apoyo regulatorio que ayude a las empresas a adoptar la IA de manera responsable. Al igual que los marcos del sector bancario, estas regulaciones podrían guiar el despliegue ético de las tecnologías de IA. Este apoyo animaría a las empresas a invertir más en iniciativas de sostenibilidad, en lugar de centrarse en las métricas de crecimiento tradicionales.